Si se han producido problemas durante el embarazo o el parto.
La visita al oftalmólogo es obligada en caso de un parto prematuro.
Si la mamá o papá han tenido problemas de visión, ya sean comunes, como la miopía, o congénitos hereditarios, como el glaucoma.
Cuando los ojos del bebé lagrimean continuamente puede deberse a un ensanchamiento del canal lagrimal, un problema visual bastante frecuente en niños.
Si observamos desviación en alguno de los ojos del recién nacido o la caída de uno de los párpados.