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¿Qué son los hilos tensores sólidos?

Los hilos tensores sólidos en estética ocular son una técnica no quirúrgica utilizada para mejorar la apariencia de la zona alrededor de los ojos. Estos hilos son finos y biocompatibles, y se insertan estratégicamente debajo de la piel para levantar y tensar los párpados caídos, reducir las arrugas y mejorar la apariencia general de la mirada. Los hilos tensores sólidos estimulan la producción de colágeno, lo que ayuda a mejorar la elasticidad de la piel y a mantener los resultados a largo plazo.

Este tratamiento es una opción popular para aquellos que desean rejuvenecer y realzar la belleza de sus ojos sin necesidad de cirugía invasiva.

¿En qué casos se utiliza?

Los hilos tensores sólidos se utilizan en una variedad de casos para mejorar la apariencia y la firmeza de la piel. Son especialmente efectivos para tratar la flacidez facial, como la caída de los párpados. También se pueden utilizar para reafirmar y levantar áreas como las mejillas, las cejas y el contorno mandibular. Además, los hilos tensores sólidos pueden ser una opción adecuada para aquellos que desean un rejuvenecimiento facial sin cirugía y resultados duraderos. 

Exámenes previos

Antes de someterse al tratamiento de hilos tensores sólidos, es importante que se realice una evaluación previa por parte del especialista en estética. Durante esta evaluación, el especialista revisará su historial médico, realizará un examen físico y puede solicitar exámenes complementarios, como análisis de sangre, para evaluar su salud general y determinar su elegibilidad para el procedimiento.


Durante la intervención

Los hilos tensores sólidos se insertan estratégicamente debajo de la piel mediante pequeñas incisiones o punturas, guiados por la experiencia y conocimiento del especialista en estética ocular. Una vez colocados, los hilos se tensan y se anclan en la posición deseada, brindando un efecto de lifting y mejorando la apariencia de los párpados y las áreas circundantes. El procedimiento suele ser rápido y se realiza con anestesia local para minimizar cualquier molestia o incomodidad.


Tras la intervención

Es común experimentar una ligera inflamación, enrojecimiento o sensibilidad en la zona tratada. Sin embargo, estas molestias suelen ser temporales y desaparecen en poco tiempo. Se recomienda seguir las instrucciones del especialista, como evitar frotar o masajear la zona tratada y evitar actividades físicas intensas durante los primeros días. Los resultados del tratamiento se apreciarán gradualmente a medida que la inflamación disminuya, y podrá disfrutar de una apariencia más rejuvenecida y revitalizada en la zona de los ojos.

Recuerde que cada persona puede tener una experiencia ligeramente diferente y es importante seguir las recomendaciones específicas para garantizar una recuperación adecuada y óptimos resultados estéticos.

¿Cuándo es mejor aplicarlo?

La mejor época para aplicar el tratamiento de hilos tensores puede variar según sus necesidades y preferencias individuales. Sin embargo, muchas personas optan por realizarlo durante períodos en los que pueden dedicar tiempo a la recuperación y minimizar la exposición al sol. Esto puede incluir épocas de descanso, vacaciones o cuando se tiene una agenda más flexible. 

Recuerde que la decisión de cuándo aplicar los hilos tensores sólidos en estética ocular debe ser tomada en conjunto con su especialista, considerando sus circunstancias individuales.

¿Cuál es el tiempo de recuperación?

El tiempo de recuperación puede variar según cada persona y la respuesta individual del organismo. Por lo general, puede esperar experimentar un período inicial de 1 a 2 días con una ligera incomodidad o sensibilidad en la zona tratada. La mayoría de los pacientes pueden retomar sus actividades diarias normales casi de inmediato, evitando simplemente actividades físicas intensas durante los primeros días. Cabe destacar que es posible que observe algún enrojecimiento o inflamación leve durante los primeros días, pero esto suele desaparecer gradualmente. Los resultados óptimos del tratamiento se apreciarán a medida que la piel se asiente y los hilos se integren naturalmente en los tejidos, lo que generalmente ocurre en las primeras semanas posteriores al procedimiento.