Retina y Vítreo
Retina y Vítreo
Degeneración macular
La degeneración macular de retina y vítreo es una condición ocular que afecta la parte central de su visión. Se caracteriza por el deterioro progresivo de la mácula, una pequeña área de la retina responsable de la visión detallada y de los colores. Con el tiempo, esto puede resultar en una visión borrosa o distorsionada en el centro de su campo visual. Es importante estar atento a los cambios en su visión y buscar atención médica de un oftalmólogo si experimenta síntomas relacionados con la degeneración macular, ya que un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado pueden ser fundamentales para preservar su visión central.
¿Cuál es el
tratamiento recomendado?
El tratamiento recomendado para la degeneración macular de retina y vítreo depende del tipo y la etapa de la enfermedad. A continuación, se presentan algunas opciones de tratamiento comunes:
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Terapias con fármacos antiangiogénicos: Se pueden administrar inyecciones de medicamentos antiangiogénicos en el ojo para detener el crecimiento anormal de vasos sanguíneos y reducir la filtración de líquido en la mácula.
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Fotocoagulación con láser: En algunos casos, se puede utilizar la terapia con láser para sellar o destruir los vasos sanguíneos anormales en la mácula.
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Terapia fotodinámica: Este tratamiento implica la administración de un medicamento fotosensible seguido de la exposición a la luz láser para dañar selectivamente los vasos sanguíneos anormales.
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Implantes de dispositivos: En ciertos casos avanzados, se pueden considerar implantes de dispositivos que ayuden a mejorar la visión central.
Es importante destacar que estos tratamientos pueden ser efectivos para frenar la progresión de la enfermedad y preservar la visión existente, pero es posible que no restauren la visión perdida. Es fundamental que consultes a un oftalmólogo especializado en la degeneración macular para obtener un diagnóstico preciso y recibir recomendaciones de tratamiento adecuadas según tu situación individual.
¿En qué casos se realiza?
Se recomienda considerar el tratamiento cuando se observe una progresión de los síntomas y un deterioro significativo en la visión central. La detección temprana y el inicio oportuno del tratamiento pueden ser fundamentales para preservar la visión existente y prevenir una mayor pérdida visual.
Exámenes previos
Estos exámenes pueden incluir pruebas de agudeza visual, evaluación de la visión central y periférica, evaluación de la sensibilidad al contraste, análisis de la retina y la mácula mediante pruebas de imagen como la tomografía de coherencia óptica (OCT) y la angiografía con fluoresceína. Estos exámenes proporcionarán información valiosa para su oftalmólogo y ayudarán a determinar el diagnóstico preciso, evaluar la gravedad de la enfermedad y diseñar un plan de tratamiento adecuado a sus necesidades individuales.